PARA: Prof. Dr. Tadeo Zarratea
DE: Jueces Penales de Sentencia de Concepción, Abogados Félix Enrique González Núñez, Gustavo Ramón Chilavert Villalba y Julio César López Martínez.
OBJETO: Aportar opiniones para el II Foro de Política Lingüística que se llevará a cabo el día lunes 17 de agosto de 2009.
FECHA: 13 de agosto de 2009.
Apreciado e ilustre colega:
Complacidos hemos recepcionado la invitación para el II Foro de Política Lingüística del cual tomamos conocimiento a través del colega JULIO CÉSAR LÓPEZ. Debido a que el día en que se llevará a cabo el mencionado Foro tenemos calendarizado un juicio oral y público, nos resultará dificultoso asistir al evento.Pero igualmente, consideramos oportuno augurar éxitos crecientes para la jornada, especialmente al apreciado colega que estará entre los disertantes y seguros estamos que, como lo caracteriza, tendrá una brillante exposición de sus admiradas posiciones.
En relación al tema le acercamos, por esta vía, nuestra posición sobre nuestra rica y expresiva lengua guaraní. Por nuestra experiencia en el ámbito del Poder Judicial como operadores de justicia, hemos observado que los auxiliares de justicia, como el caso de Agentes Fiscales y Defensores Públicos, no tienen manejo del idioma guaraní, que es uno de los idiomas oficiales de la República del Paraguay. Sabido es que la mayoría del común ciudadano, en su trato diario se comunica en guaraní, especialmente en el conocido “jopará”. Con mucho desagrado hemos presenciado que algunos colegas magistrados, además de otros auxiliares de justicia, no están preparados para expresarse en el idioma guaraní, siendo que en los innumerables casos penales, los justiciables se comunican en dicho idioma, resultando imprescindible para que comprendan a cabalidad el proceso penal, que les sea explicado en el idioma guaraní y allí tengan la oportunidad de poner en práctica sus derechos y garantías procesales y constitucionales.
Cabe mencionar que el artículo 140 de la Constitución Nacional establece claramente que los idiomas oficiales son el guaraní y el castellano, por lo que nadie puede alegar el desconocimiento de ambos idiomas; puede darse el caso de que un operador entienda pero no sepa expresarse en guaraní, pero lo grave viene cuando ni entiende ni sabe expresarse en guaraní.
No puede concebirse que un representante de la sociedad, como el caso de los Agentes Fiscales, no sepa comunicarse en el idioma guaraní, más aún cuando ejerce sus funciones en circunscripciones judiciales del interior, donde la mayor parte de la población es de habla guaraní o japará; al ser los mismos investigadores de las causas penales, para llegar al común ciudadano debe necesariamente manejar el dialogo en guaraní, mismo para que sus investigaciones sean exitosas, como para que pueden sostenerlas a cabalidad en los procesos. Los órganos de selección, tanto de magistrados como de Agentes Fiscales y Defensores, deben tomar como condición esencial el manejo del idioma guaraní, como requisito indispensable para la selección e incluso someter a una prueba básica al postulante al cargo sobre el uso del idioma guaraní y tal vez acreditar una puntuación a dicho conocimiento. Así también el órgano que designa finalmente al ternado debe adoptar domo criterio de selección el que el postulante tenga conocimiento del idioma; incluso debiera establecerse como una exigencia que los argumentos escritos sean formulados en forma oral si fuere necesario y cuando se trata de audiencias con presencia de todas las partes, si las partes lo requieren y el procesado así lo entiende, deben ser obligatoriamente dirigidos en el idioma guaraní.
El procedimiento penal exige que las sentencias definitivas sean explicadas también en el idioma guaraní, mandato que muchos colegas no cumplen, en tanto que en la circunscripción judicial de Concepción se cumple puntillosamente, pues es la ciudadanía la que debe recepcionar el mensaje de una sentencia, para que con ella se cumpla el principio de prevención que establece el Código Procesal Penal. Es más, ya en las instituciones universitarias de enseñanza, principalmente en las de Derecho, debiera establecerse como asignatura la necesidad de contar con destrezas y habilidades para la litigación oral en el idioma guaraní.
Con las sugerencias mencionadas se contribuirá a que el idioma guaraní tenga un efectivo y real uso en los procesos dentro de nuestro país, como establece la Constitución Nacional y se construirá el Estado bilingüe.
Atentamente.
- CONTESTACIÓN -
Asunción, 13 de agosto de 2009.
Señores
Jueces Penales de Sentencia de Concepción
Abog. Félix Enrique González Núñez
Abog. Gustavo Ramón Chilavert Villalba
Abog. Julio César López Martínez
Ciudad de Concepción
Estimados colegas:
He recibido con beneplácito la carta firmada por ustedes en el día de la fecha, relacionada con la invitación de participar del II Foro de Política Lingüística a realizarse en esta ciudad el día 17 del corriente. En mi carácter de promotor del evento me encuentro sumamente complacido por las opiniones vertidas sobre la importancia de este Foro por tan ilustres colegas de la judicatura nacional.
Tengo la convicción de que la carta recibida es histórica porque vendría a ser el primer pronunciamiento de los magistrados de la República sobre el problema de la subalternización del idioma guaraní por el Estado paraguayo y sobre la necesidad de su uso normal en los procesos judiciales, especialmente en los penales, como lo señalan ustedes. Entiendo que la carta aludida es el primer fruto maduro del II Foro, y la primera gran contribución de la magistratura nacional para el enjuiciamiento del tema idiomático en nuestro sistema, falencia que sólo quedará resuelta con la exigencia de la competencia lingüística a los operadores de la justicia en ambas lenguas oficiales.
No quiero que pierdan de vista la importante dimensión sociológica y cultural de las opiniones contenidas en la carta de ustedes, la cual me permitiré, si me autorizan, divulgar por los canales pertinentes, sobre todo a nivel parlamentario, donde se halla en estudio el proyecto de ley de lenguas.
Me siento muy honrado por tener colegas que asumen con responsabilidad su alta investidura, demostrando sensibilidad por los derechos humanos fundamentales, como son los derechos lingüísticos.Desgraciadamente actitudes como la de ustedes no son frecuentes en nuestro medio, caracterizado más bien por una cultura de mimetización, enmascaramiento y evasión de la realidad, y de indiferencia e incuria frente a los problemas fundamentales de la sociedad.
Con el ruego de que me hagan llegar el original en la brevedad posible a los efectos mencionados, les doy un abrazo emocionado de paraguayo y de juez, como expresión de mi más alta estima personal.
Aguyjetaite peême, che py’aite guive.
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